Al igual que la sociedad, la industria de los videojuegos avanza en el camino de la igualdad y la inclusión de temas que durante muchos años se habían dejado de lado. Con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT, os hablamos de la homosexualidad en los videojuegos, algunos personajes de la historia que son gays o lesbianas y algunos títulos que hablan de la homosexualidad sin tapujos y con respeto.
Amor es amor y da igual si es entre un hombre o una mujer, dos hombres o dos mujeres. Los videojuegos están cambiando y cada vez tenemos más personajes gays o lesbianas en los videojuegos, que tratan la homosexualidad con total naturalidad. Sin embargo, es un tema que durante mucho tiempo ha sido tabú o se ha mostrado de forma burlona y a veces negativa. Sin embargo, gracias a los cambios que se están dando en nuestra sociedad y a la modernización de las compañías de videojuegos, la homosexualidad está teniendo mayor visibilidad en el sector porque cualquier persona, ame a quien ame, tiene derecho a protagonizar un videojuego sin ser juzgado por tener de pareja a un hombre o a una mujer. De esta forma, se quiere dar voz al colectivo LGTBI y se trata de sensibilizar a los espectadores sobre un tema que es real y del que no hay que avergonzarse.
Un recorrido histórico por los personajes LGTBI de los videojuegos
Si bien, es en los últimos años en donde hemos tenidos más personajes homosexuales en los videojuegos, estos han estado presentes casi desde el inicio, ocultos a la vista o tratados de forma burlona. Tenemos que remontarnos al año 1986 para ver al primer personaje homosexual del mundo de los videojuegos en la aventura conversacional Moonmist. El título de detectives y misterios paranormales, nos mete en la piel de un detective que tiene que investigar extraños sucesos en el castillo de Tresyllian de Inglaterra. Durante la aventura, nos presentan al personaje de Vivien Pentreath, una artista que está celosa porque su novia se va a casar con un hombre.
A pesar de que Moonmist es el primer juego en presentar un personaje homosexual, no es tan conocido como los casos de Birdo, Poison y Roxy. En el año 1988, Nintendo estrenaba Super Mario Bros. 2 y nos presentaba a Birdo, un dinosaurio morado con un lazo en la cabeza que en el manual original del juego se dice que es «un hombre que se cree mujer» y que prefiere que le llamen Birdetta. Esta referencia sólo se mantuvo en Japón en donde el personaje es visto como un transgénero, mientras que en las versiones posteriores de Europa y EE.UU se censuró y presentó como novia de Yoshi.
Unos años más tarde, Capcom publicaba Final Fight con Poison y Roxy. Cuenta la leyenda que uno de los probadores del juego no estaba muy cómodo teniendo que luchar contra mujeres y se lo dijo a Akira Yasuda, desarrollador de Final Fight. El artista japonés le contestó que no había ninguna mujer y que Poison y Roxy eran travestis. Nunca se ha llegado a aclarar si lo dijo para que el testador no se sintiera incomodo pegando a una chica o realmente eran dos personajes transexuales.
Ciertamente, los años 80 fueron de apertura y crecimiento en el mundo de los videojuegos con la llegada de las plataformas a los hogares, pero también es una época de invisibilidad de los personajes homosexuales. Salvo los cuatro ejemplos de los que os acabamos de hablar, no hay grandes nombres que destaquen y hay que esperar a los 90 para que se trate la homosexualidad en los videojuegos de una forma más habitual, aunque la mayoría de veces con personajes estereotipados o ridiculizados. Algunos ejemplos los tenemos en las aventuras Simon the Sorcerer, Day of the Tentacley Dracula Unleashed de 1993 o Ash de Streets of Rage 2.
En el primero de los casos, el adolescente Simon hace muchas bromas sobre la homosexualidad, mientras que en la aventura gráfica de LucasArts aparece un personaje masculino vestido de bailarina y muy afeminado en una clara parodia de un personaje gay. Algo que nos sorprende bastante en esta aventura si tenemos en cuenta que sus protagonistas son nerds, colectivo que tampoco era muy querido en la época y a los que señalaban como raros. En cuanto a Dracula Unleashed, aparece Alfred Horner, un bibliotecario que no se dice que sea gay, pero se especifica que lanza «miradas lascivas» a nuestro abogado protagonista. Por último, Ash es un cliché de los personajes homosexuales de los videojuegos, un luchador con traje de cuero morado que está acompañado de varias gogó y que, para más inri, fue eliminado de la versión estadounidense para proteger al público.
Por suerte, los años 90 también vieron nacer personajes homosexuales que apostaban por la integración y la normalización del colectivo. Por ejemplo, Curtis Craig, personaje bisexual de Phantasmagoria 2, vivía un romance con Trevor y en Fallout 2 se presentaba el matrimonio entre personas del mismo sexo como algo natural, mientras que en Estados Unidos y Europa estaba prohibido. De esta forma, la homosexualidad en los videojuegos se hizo más visible y dejó de ser un tabú o una broma.
Otros títulos que apostaron por la integración fueron Ultima VII en donde, al igual que en Fallout 2, se pueden mantener relaciones con personajes del mismo sexo sin que eso varíe la historia. Chrono Trigger con la aparición de Flea, uno de los enemigos del juego de rol, que reivindica la igualdad con un potente discurso: «Hombre o mujer, ¿qué mas da? El poder es hermoso, y yo tengo poder.» Y, por último, el tío Peter de Full Throttle, personaje gay de la aventura gráfica de LucasArts que se convierte en padre adoptivo de Mo, la mecánica que ayuda a nuestro protagonista en su pelea contra Motores Corley.
Con la llegada del siglo XXI, la mentalidad cambió y la homosexualidad en los videojuegos se ha ido normalizando. En la actualidad, hay una gran cantidad de juegos que incluyen personajes LGTBI y franquicias como Borderlands, Mass Effect o Dragon Age, Assassin’s Creed, Life is Strange, Overwatch y The Last of Us han ayudado a que los personajes gays no sean algo ajeno a los videojuegos y han tratado de cambiar esa imagen tan recurrente de que un hombre gay tiene que ser afeminado y que una mujer lesbiana debe ser un marimacho.
A medida que fuimos entrando en el nuevo milenio y las leyes en favor de los derechos de los homosexuales se fueron aprobando, los estudios de videojuegos decidieron apostar por personajes gays para sus tramas. A partir de ese momento, los homosexuales eran gente normal y no estereotipada que podía tener su propia vida con una casa, una pareja e hijos. Los videojuegos quisieron reflejar este cambio de mentalidad juegos como Los Sims dejaron a la elección del usuario, el género o la orientación sexual de su personaje y hasta EA lanzó un tráiler especial protagonizado por personajes LGTBI.
Más tarde, Star Wars: Caballeros de la Antigua República introdujo a Juhani, primer personaje lésbico del universo Star Wars con el que podemos mantener un romance. Aunque no es el primer videojuego en el que nos dejan mantener relaciones con otro sexo, KOTOR supuso un antes y un después para el mundo de los videojuegos porque tuvo un gran éxito entre el público y cosechó diversos premios. A partir de ese momento, conocidos estudios y creadores de videojuegos normalizaron la aparición de personajes LGBT en sus juegos. Así, Hideo Kojima y su saga Metal Gear Solid, nos presentaron a Vamp en Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty o Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots y el romance entre el Coronel Volgin y el Mayor Ivan Raikov en Metal Gear Solid 3: Snake Eater. Por su parte, Fable, de Peter Molyneux, incluyó la opción de formar pareja con personas del mismo sexo. Esta idea fue muy bien acogida y volvió aparecer en sus secuelas, además de dejar adoptar en Fable III.
Y así saltamos a tiempos más modernos en los que la homosexualidad ha dejado de ser algo que hay que esconder. BioWare volvió a apostar por dejar libertad de elección a los jugadores es sus sagas Dragon Age y Mass Effect. No sólo puedes elegir si querías jugar con un hombre o una mujer, también con qué personajes quieres vivir un tórrido romance, sin importar si son de tu mismo sexo. BioWare y EA son dos de las compañías más a favor de la integración de los homosexuales en sus videojuegos y han ganado varios premios por el tratamiento de sus personajes. Uno de los mejor elaborados es Dorian, un mago homosexual de Dragon Age: Inquisition que es el primer personaje completamente gay de la saga. Curiosamente, Anthem, próximo juego del estudio canadiense, no nos dejará mantener romances con los personajes que decidamos, aunque no se descarta incluir esta opción en el futuro.
Ubisoft, con su saga Assassin’s Creed a la cabeza, es otra de las compañías que ha perdido el miedo y que apuesta por mostrar personajes homosexuales en sus videojuegos. Uno de los más conocidos es Leonardo Da Vinci en Assassin’s Creed: La Hermandad, no es que el artista veneciano lo diga de forma abierta, pero en una conversación con Ezio deja caer que no le interesan las mujeres como parejas sexuales y que le proporcionan poca distracción. Posteriormente, Assassin’s Creed Syndicate introdujo al primer personaje principal de la saga que es abiertamente bisexual , Jacob Frye. Además, por Londres también nos cruzamos con Ned Wynert, un personaje transgénero. Por último, Assassin’s Creed Odyssey nos permitirá tener romances con otros personajes sin importar el género de nuestro personaje.
Sin duda, los últimos años han sido los de mayor inclusión de la homosexualidad en los videojuegos . Dos ejemplos son muy claros: Life is Strange y The Last of Us. En la primera entrega de aventura gráfica, Dontnod Entertainment nos daba la opción de hacer que Max y Chloe terminaran teniendo más que una bonita amistad. En Life is Strange: Before the Storm, la situación se repetía con Chloe y Rachel. De nosotros depende si queremos que las dos chicas terminen juntas y vivan un bonito romance de adolescentes. Es una relación natural, no forzada, llena de las inquietudes propias del amor y la edad.
Terminamos nuestro recorrido por la homosexualidad en los videojuegos con The Last of Us. El juego de Naughty Dog es todo un ejemplo de integridad y el último tráiler de The Last of Us: Part II del E3 2018 nos ha emocionado. En la primera entrega, teníamos a Bill, un personaje secundario que Ellie y Joel se encuentran en uno de los capítulos. Un tipo solitario, que perdió a su verdadero amor: Frank. A pesar de sus imperfecciones, es un personaje único que es capaz de transmitir la añoranza de tiempos mejores en sus palabras. La asociación GLAAD (Alianza Gay y Lésbica contra la difamación), lo eligió como el personaje gay del año en 2013.
Pero sin duda, el personaje que quiere luchar por la inclusión total y por dejar fuera todo tipo de prejuicios es Ellie, coprotagonista en la primera parte de The Last of Us y el personaje principal en The Last of Us 2. En The Last of Us: Left Behind, DLC de la aventura original, Naughty Dog nos dejó claro que Ellie era lesbiana en una preciosa historia que hace de precuela y en la que nuestra protagonista está acompañada por Riley. Pero, no sólo el DLC, el cómic de The Last of Us: Sueños Americanos nos daba nuevas pistas sobre la especial relación entre Ellie y Riley.
La protagonista de The Last of Us es la mayor representante del lugar en el que se encuentran actualmente los personajes LGTBI en los videojuegos y hacia donde tienen que ir en el futuro. Como os hemos explicado en este artículo, los personajes homosexuales de los videojuegos en los últimos 20 años han tenido que luchar contra los estereotipos y la invisibilidad para llegar al lugar en el que está Ellie. Si te gustó su historia cuando no sabías que era lesbiana, su secuela te va a gustar igualmente porque lo que importa no es su orientación sexual, es lo que los desarrolladores nos quieren contar y las mecánicas del juego.
Todavía queda mucho camino por recorrer en la homosexualidad en los videojuegos y sabremos que está totalmente aceptada en el momento en el que dejemos de leer comentario homófobos y no importe la orientación sexual de un personaje para jugar y disfrutar de un videojuego. No quiero terminar este artículo sin señalar que, los personajes LGTBI son una minoría en el mundo de los videojuegos, pero tienen el mismo derecho a ser representados que un dragón morado o un marsupial. Además, ante todo, hay que tener en cuenta que nadie obliga al desarrollador a meter a un personaje gay en los videojuegos, no es marketing o una estrategia para vender más juegos, se trata de ofrecer una mayor diversidad en las historias que nos quieren contar porque la homosexualidad existe y no pasa nada.
Reportaje publicado originalmente el 28 de junio de 2018 en Vandal
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